Rosifanta y su sombra perdida

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Como padres queremos educar bien a nuestros hijos.
Eso conlleva a veces un exceso de celo que se traduce en un férreo control de las circunstancias que rodean a los niños; y no se trata de eso. Los padres debemos ofrecer nuestro apoyo incondicional a los hijos, pero no un control que pueda coartar sus ganas de explorar, de investigar y de descubrir. No hay que darles un pez, sino enseñarles a pescar, aunque a veces la opción más cómoda sea la primera.

Educar viene de la palabra latina educcere que significa guiar, acompañar. Conducir…. Ese es nuestro objetivo en la educación de nuestros hijos: guiarlos para que ellos encuentren sus propias decisiones y su propio camino.
En “rosifanta” se ve reflejada perfectamente esta idea: ante su problema nadie le da una explicación sin más, sino que un búho sabio le explica algunas leyes de la naturaleza que ella desconoce, y así esa pequeña elefantita rosa puede llegar a sus propias decisiones. Y eso es una de las cosas que me engancharon de esa maravillosa historia.

¿Qué cuales son las otras? Pues el maravilloso texto en verso.