Los trastornos del uso del alcohol y las enfermedades mentales, a menudo, se producen al mismo tiempo. Las personas con problemas de salud mental son más propensas al abuso del alcohol. Además, las personas que abusan del alcohol son más propensas a tener una enfermedad mental.
Cuando una persona abusa del alcohol y tiene una enfermedad mental, se dice que tiene un trastorno concomitante. Desafortunadamente, la mayoría de las personas no se dan cuenta de esto y sufren cuando no es necesario. Muchas tratan de que los síntomas desaparezcan bebiendo más alcohol o usando drogas ilegales.
La ansiedad y la depresión son las formas más comunes de enfermedad mental. Muchas personas con depresión y ansiedad usan el alcohol para sentirse mejor. El alcohol afecta la misma parte del cerebro que controla nuestros estados de ánimo. Cuando una persona deprimida o ansiosa bebe, se siente mejor. Sin embargo, esto solo dura un período breve. Luego de que desaparece el efecto del alcohol, generalmente, se siente peor. Por lo tanto, bebe nuevamente y el ciclo autodestructivo continúa.
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